lunes, febrero 19, 2007

aventura sobre esquíes!

Al acabar el paseo en el museo del automóvil de Toyota, nos dirigimos al resort de esquí de Washigatake en Gifu Prefecture. ¡Como nevó esa tarde!! Fue una tormenta de nieve considerable. Apenas si se podía ver y los vehículos descendieron su marcha en la ruta a unos 40kms/h. Al llegar al hotel, nos repartimos las habitaciones. Como siempre en estos paseos, los chinos son mayoría; aunque esta vez estabamos casi iguales. Yo era la única chica occidental y me tocó compartir la habitación con dos chinas. Luego de ubicarnos, la mayoría de las personas, sino todas; se fueron al tradicional onsen (baños públicos de aguas termales). Yo me quedé a hacer fotos del lugar y caminar un poco por los alrededores. El tiempo era demasiado justo. Hice fotos de la estación de esquí desde la ventana del hotel. ¡Aún nevaba! Quedaron preciosas.

Luego de la cena, nos fuimos al típico karaoke. Los organizadores del paseo habían reservado el karaoke del hotel, que por suerte no tenía muchas canciones en inglés (y ninguna en español) así que no tuve que cantar demasiado, algo que no me gusta mucho, ya que en vez de emitir notas, ladro! haha.

Al día siguiente, el desayuno era a las 7a.m. y a las 8hrs. nos encontrabamos en el lobby del hotel ya con los equipos de esquí y todo. Nos fuimos a la estación de esquí, donde solo alquilamos los esquíes y snowboards y al agua pato! Los coordinadores japoneses (5 en total) se dividieron el grupo de chicos a enseñar. Excepto los japoneses, y mi amigo Celso que es un as en el snowboard; los demás éramos todos principiantes.

La partida estaba programada para las 4p.m. (así son todas las cosas japoneses, todo está cronometrado). Luego del almuerzo, ya casi nadie seguía practicando. Estaban todos cansados, excepto Celso, que seguía subiendose a las sillitas que lo transportaban hasta la cima de la montaña. Como todos estaban cansados, la pista quedó más despejada y daba placer seguir practicando. Creo que éramos 3 ó 4 personas del grupo los que quedábamos. Para esta altura ya había adquirido confianza y decidí ir más alto para deslizarme en los esquíes. La primera vez me salió espectacular (según me dijeron). La segunda vez me caí, y la tercera me tiré. Creo que la caída fue muy espectacular, porque los filipinos estaban preocupados de que me hubiera roto algún hueso, jaja. Pero si lo más divertido del paseo fueron las caídas! Me morí de la risa.

Acá hay unas fotos de la aventura sobre esquíes.